Un nivel de colesterol de menos de 200mg/dL es recomendable e ideal. Entre 200 y 239mg/dL, ¡alerta! Tienes un factor de riesgo cardiovascular, necesitas aumentar tu actividad física, hacer cambios en tu alimentación y hábitos de vida. Y si es de 240mg/dL o más, tienes un alto nivel de colesterol en la sangre y eres un paciente de alto riesgo, CONSULTA A TU MÉDICO INMEDIATAMENTE.
Es recomendable medir el nivel de colesterol en la sangre por lo menos una vez al año. Las personas con colesterol arriba de 200mg/dL necesitan consultar con su médico para iniciar un programa de cambios en el estilo de vida para reducirlo.
Las grasas saturadas en los alimentos aumentan tu nivel de colesterol en la sangre. Estas son las que se encuentran en las comidas de origen animal tales como: Leche entera, mantequilla, crema y quesos con alto contenido de grasa. Manteca de cerdo, aceites. Carnes con alto contenido de grasa como costillas, salchichas, chorizos y chicharrones.
El colesterol circula por la sangre en forma de lipoproteína. Hay dos tipos de lipoproteína: la lipoproteína de baja densidad (LDL) y la lipoproteína de alta densidad (HDL). A la LDL se le llama colesterol “malo” porque es el responsable del depósito de colesterol en las paredes de las arterias. Un nivel elevado de colesterol LDL está asociado con el riesgo de padecer enfermedades del corazón. El “colesterol bueno” HDL ayuda a eliminar el colesterol malo de las arterias, previniendo la acumulación de este y por lo tanto, las enfermedades cardiovasculares.
El colesterol es un lípido que el cuerpo necesita para muchas funciones de nuestro organismo. El hígado produce la mayor parte del colesterol, otra parte proviene de los alimentos que se ingieren, como leche, quesos, mantequilla, yema de huevo, carne y otros. Comer muchos alimentos altos en grasa y colesterol no es bueno para tu salud, ya que aumentarán el nivel de colesterol en tu sangre, lo que provocará acumulación de grasa en las paredes de tus arterias. Si tus arterias se estrechan pueden cerrarse u obstruirse por un coágulo sanguíneo, el resultado puede ser un ataque al corazón, un derrame.
Es importante conocer cuáles son los factores de riesgo que se asocian a estas enfermedades. Algunos no se pueden modificar, como por ejemplo: Los antecedentes familiares, la edad y el sexo. Existen otros que sí se pueden controlar como: los niveles altos de colesterol, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión, etc.
En todo el mundo una gran cantidad de personas mueren al año por diversas enfermedades cardiovasculares; de todas ellas la más común es la que afecta a las arterias coronarias. Los problemas del corazón y de los vasos sanguíneos se desarrollan con el tiempo, cuando las arterias que llevan la sangre al corazón o al cerebro se bloquean lentamente, debido a la acumulación de grasas y colesterol. Esta acumulación se llama placa arteriosclerótica. Si esta placa bloquea la circulación de la sangre, puedes correr el riesgo de sufrir un ataque al corazón.